jueves, 17 de enero de 2013

Punto de no retorno.

Ni siquiera yo sé lo que quiero, pero ahora, en este preciso instante, solo pretendo olvidarme de todo lo acontecido, fugarme de los sentidos que me conectan con la realidad.
Simplemente, mantenerme en suspensión, en otro mundo, evadido en lo idílico de la fusión creada por las atmosferas sonoras que tantas veces me han trasportado a universos perfectos.
Simplemente, liberarme de esta carga costumbrista impregnada de cotidianeidad liviana y mundana.
No quiero mancharme las manos de su suciedad ensangrentada, de la más voraz destrucción del alma.
Quiero perderme sin encontrarme, quiero seguir sin cuestionarme, quiero vivir sin respirar, quiero volar sin regresar, nunca más.

Puta desesperación.

Oigo sus voces, cada vez ardo más, siguen hablando, me estoy consumiendo.
Estar en este lugar me hace evaporar como la deshidratación de mis malditas gotas de sudor.
Me siguen desconcentrando, una y otra vez, estoy a punto de explotar.
Estoy manteniendo una calma tensa que en cualquier momento se convertirá en tempestad de energía liberada.
Ahora consigo concentrarme y olvidarme de lo que tengo a mi alrededor.
Vuelve la serenidad, la tranquilidad, el estupor del fluir en tierra de nadie.
No veo mi presente, todo lo que ocurre es ficción.
La sangre no fluye, es todo mentalidad etérea, el cuerpo no existe, mi habla no esta presente, y menos mí conciencia.
Me destapo, sigo oyendo sus voces, me siguen desconcentrando, siento que no soy yo.
Soy una particula de energía muerta, sin sentido, recorriendo los conductos de lo destruído, de lo acabado, de lo aniquilado.
Aquí sigo, en la realidad de lo inverosimil, donde mis actos crean la nada.

martes, 1 de enero de 2013

Estúpida mierda artificiosa

Necesidades creadas artificialmente para tenernos condenados en un mundo imaginario, creado exclusivamente para enjaular nuestras mentes.
Yo no quiero pensar más en vuestras jodidas mentiras, son engaños para idiotas descreídos que solo piensan en lo material como opción de vida.
Seguid creyendo en la superficialidad, en lo superfluo y su doctrina destruye-vidas.
Creéis estar viviendo la vida que queréis, pero lo que queréis, está manipulado de antemano por aquellos que os crean esa vida,  para que no os molestéis en pensar en lo que realmente queréis.
Por eso, somos hijos de nuestro tiempo, una simple mixtura de todo lo anterior,  pero desprovistos  del valor y del amor necesario para tener una vida propia.
Quedémonos en la apariencia, ahí se vive bien.
Yo he compredido la necesidad de no supeditarme a los designios de la influencia hegemónica.
Ya he dicho basta a realizar acciones que no son vitales, a acciones que simplemente se dejan llevar por la deriva productiva de nuestro tiempo, acciones cuya estrategia, supera nuestra razón y que olvidan lo que realmente quiere nuestro corazón.
El ser algo,  es lo que tú realmente eres, no lo que ellos quieren que seas.
No mediatices tus pensamientos, sigue tus instintos.

Sudoración entrópica.

Recuerdo imborrable el de tus líneas, en realidad, no sé que ocurrió.
En ese momento, la conexión que había entre nosotros,  hacía brotar una nueva energía en el universo.
La tuya llegó a su cúlmen, a los procesos entrópicos que la hacían fluir en tu cuerpo. Esta, se desvaneció y te dejo inerte, sin aliento, con las pestañas entrelazadas de liquido amniótico regresivo.
Similar circunstancia hizo bloquear mi energía, haciéndome transformarla en simple adicción añorante de lo que existió dentro de mí.
Lo intento quitar de mi cabeza, pero tu imagen aparece una y otra vez.
Yo sé que ya no existes, pero noto aquella energía que me embriagó.
En estas líneas me hayo, mordiéndome la sien cada noche, para conseguir olvidarte.
Una noche más, un recuerdo más y una toxina más, la cual,  no eliminaré nunca por los poros de mi piel.