miércoles, 25 de julio de 2012

Mirada cercana.

Muchas veces el afán por conocer lo exterior y el exotismo que produce ello, ciega nuestro interés por lo que ocurre en nuestro alrededor más inmediato.
No hace falta mirar muy lejos para ver quien necesita nuestra ayuda.

martes, 24 de julio de 2012

Inacabamiento desprendido.

Decenas de voces encontradas, ninguna dice nada que me vierta el sentido que anhelo encontrar.
La pérdida se hace patente en este mundo envolvente, donde siempre intento subir la mirada hacia el sol que me quema los ojos. Esos ojos cansados de los rayos de luz que hierven lo oscuro del espectro atmosférico del cristalino, mirando de un lado a otro, sin conseguir apreciar nada que cautive el impulso hacia el exterior.
Mejor me quedo en el interior, donde el único dueño de mis actos, es la quietud por pensar en lo inerte, en la aparente espiritualidad material que no consigo desmembrar.
La salida esta cerca, aunque con pasos pausados prosigo hacia ella, en cuyo camino se avista un aguado hilo fino que no hace más que crear un descenso de opacidad golpeando con el espejismo de transparencia imaginada desde la inocencia del llegar a ser.
Un camino que cada vez se acerca más y un llegar, alejándose aún más.

miércoles, 11 de julio de 2012

Llegó nuestro momento, es la hora de actuar

Venga va, que comience la competición de "(cyber) progres" de hoy, ¿Quién será el que subirá más articulos de prensa?, ¿Quién será el que más se lamente por la situación socio-económica acaecida en la actualidad? ¿Quién ejercerá de supremo líder (anónimo) denunciante en las redes sociales?
Pues parece ser que todos, pero esque claro, todos somos muy valientes y  todos estamos predispuestos a una actuación para transformar y revertir la situación en la que estamos, eso sí, desde el anonimato detrás de la pantalla de un  ordenador, y desde la comodidad y seguridad que nos ofrece el sofá de nuestras hipotecadas casas (o más bien de sus casas).
En este sentido, parece ser que la tendencia generalizada en las redes sociales es realizar continuas denuncias al sistema y a  la actuación politica, económica y social de los que se supone que nos gobiernan.
Este hecho,  me suscita una cierta inquietud sobre la existencia de las redes sociales, en cuanto a la utilización de las mismas, es decir, que referido al hilo argumental  expuesto anteriormente, las redes sociales podrían ser consideradas como un difusor global de ideas y propuestas de actuación que ayudaría al mayor conocimiento, como a una mayor libertad e intercambio de modos de pensar y actuar, o más bien sería una herramienta de control  por parte del poder hegemónico, para canalizar el potencial comportamiento violento de la población ante la situación actual, fomentando así el aborregamiento de la misma, creando mediante las redes sociales,, una sensación ficticia de libertad (virtual) en la que nosotros sentimos que tenemos un peso importante, en cuanto a su consecución y funcionamiento, en relación a la participación que nos hacen creer que tenemos en esos espacios virtuales, y que quizás, no sea una realidad participativa tan verdadera como nosotros pensamos, por lo que mi pregunta, la cual, condensaría parte de mi idea, sería, si con nuestra participación en las redes sociales tenemos cierta influencia social en el proceso de decisiones de la sociedad en su conjunto, es decir, si en realidad somos participes de esos procesos, o si en realidad existe la participación real, concluyendo en definitiva, si todo esto es una sensación creada artificialmente de libertad ficticia, por lo que en realidad, ¿las redes sociales nos dan esa capacidad de ser libres que parece no darnos la realidad social "de la calle"?
En referencia a la movilización y actuación desde las redes sociales, y los debates que planteo aquí, en torno a la verdadera participación e influencia que pudieramos tener en los procesos de toma de decisiones que conforman la realidad social, me gustaría señalar, que la única y verdadera posibilidad de actuación e influencia directa en las decisiones que pudieran dictaminar los poderosos, la tenemos nosotros, nosotros somos su miedo, y como tal, nosotros tenemos el poder, y éste, solo se demuestra saliendo a la calle y respondiendo con la violencia con la que ellos nos tratan.
¡Basta ya de cobardía!, dejemos atrás la dictadura del miedo que nos han impuesto, salgamos a la calle, luchemos y recuperemos los derechos que consiguieron generaciones pasadas, las cuales,  derramaron su sangre para ofrecernos un futuro de igualdad y justicia social.
AHORA NOS TOCA A NOSOTROS;
LA CALLE ES NUESTRA.