La sociedad actual,
camina hacia un Nuevo Orden Mundial caracterizado por una dictadura totalitaria
a nivel planetaria, fomentando una progresiva dualización cada vez más creciente
de la estructura social, en cuanto al enriquecimiento de una minoría selecta
(élite hegemónica), y el empobrecimiento de todos los demás, que no serán más
que meros esclavos alienados sin voluntad, aplastados por las lógicas
explotadoras del poder dominante.
En este sentido, la sociedad
española ha sufrido un deterioro político, económico y social, que deja en
evidencia los fallos sistémico-estructurales del sistema
estato-capitalista mundial.
Uno de los aspectos
fundamentales, es
la pérdida de poder y participación del ciudadano en la gestión de sus propios
asuntos públicos y comunitarios, sobretodo perpetrada por la propia dejadez,
desidia, vagueza y delegacionismo del propio ciudadano en favor de una mayor
presencia y centralización del poder en
la gestión publica por parte del Estado ( y la élite económica que ordena sobre él), por lo que abogamos por una
recuperación de la responsabilidad y participación directa en el propio proceso
político del ciudadano.
La “democracia”
española se inició a partir de 1976, a partir de la muerte del Dictador Franco,
en la que las reivindicaciones por parte de la sociedad Española se centraron
en la ampliación de ciertos derechos políticos y una mejora de la calidad de
vida material, por lo que se obvió elementos de transformación profunda de la
estructura política y socio-económica,
como por ejemplo, la remodelación de las instituciones y estructuras estatales
e ideológicas heredadas del franquismo,
para una instauración de una
verdadera democracia.
Actualmente, el sistema neofranquista español creado en la transición, se ha degradado de una forma absoluta vislumbrando en lo más profundo de su apariencia de “democracia”, las formas más corrompidas de corrupción e intereses elitista-corporativistas de la casta poderhabiente, eludiendo la preocupación por el bienestar del ciudadano y su plena participación en asuntos de la res pública.
Actualmente, el sistema neofranquista español creado en la transición, se ha degradado de una forma absoluta vislumbrando en lo más profundo de su apariencia de “democracia”, las formas más corrompidas de corrupción e intereses elitista-corporativistas de la casta poderhabiente, eludiendo la preocupación por el bienestar del ciudadano y su plena participación en asuntos de la res pública.
La visibilidad y
conocimiento público de estas relaciones viciadas y corrompidas del poder
institucional, ha supuesto para la percepción general de la ciudadanía del
Estado español, una insatisfacción
política o económica por la ineficacia
del sistema generando un descontento masivo,, una absoluta desafección
política y una deslegitimación de las instituciones estato-capitalitas.
Ante los muchos errores que cometió dicho movimiento, entre sus aciertos, creemos que fue el señalar directamente la ausencia total de democracia y participación ciudadana directa en los asuntos cívico-políticos.
Al contrario que el parlamentarismo-dictadura de la UE y Norteamérica, pensamos que la forma de participación asamblearia que volvió a relucir en el 15M de forma generalizada a pie de calle, es una herramienta útil ( y usada por el pueblo a lo largo de la historia) que favorece la autogestión y las responsabilidad individual y social de los ciudadanos de una comunidad, para la organización, logística, optimización y desarrollo de los recursos de la misma, en el que se debate y se consensua entre ellos, los principales asuntos que les incumben directamente, sin “representantes-intermediarios”, si no con plena voluntad y responsabilidad en el proceso político.
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