Deja
tu muralla entreabierta, sube las persianas, abre las ventanas y ventila bien
el olor a cerrado de tu interior. Permite que penetre de sol, que entre el
viento, que se llene de vida ese rincón de tu alma al que le da miedo mostrarse
tal y como es hacia el exterior.
Abraza
la vida en su plenitud, conténtate y da gracias por el simple hecho de existir.
Comparte tu alegría y ganas de vivir, y despréndela, para que aquellos que convivan
contigo ,se contagien y vibren en una frecuencia de armonía y amor.
No
prejuzgues a nadie por tal o cual comportamiento, todos hemos de pasar
por diversas situaciones para aprender de nuestros errores y acertar.
Bríndate la oportunidad de seguir creciendo y de alumbrar esa sombra que cada vez se hace más presente, pero al mismo tiempo, menos temible y pequeña.
Bríndate la oportunidad de seguir creciendo y de alumbrar esa sombra que cada vez se hace más presente, pero al mismo tiempo, menos temible y pequeña.
Juntos
iluminaremos la magnánima experiencia colectiva y conjunta de compartir nuestra
esencia divina que portamos en nuestro interior.
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