Lo
importante en la vida es caminar el camino sin preocuparse de llegar al
destino. El esfuerzo en mover las piernas, paso a paso, con constancia y
perseverancia, hace que nos desplacemos en el aumento de nuestra experiencia
vital.
Nunca aceptes nada dado del otro. Siempre realiza tus propios movimientos y procúrate las cosas por ti mismo.
La
independencia y autonomía en el accionar de tu camino es la única meta. Busca
la trascendencia en tus acciones, lucha por materializarla.
¡Qué más da si al final lo consigues! Tu coraje y empeño en que así será, es lo verdaderamente importante.
El
continuo combate de la vida está en nosotros mismos. Debemos vencer nuestra
tendencia hacia la pereza, flojera, vaguería y languidez para superarnos a
nosotros mismos, y hacer del deber y del esfuerzo nuestros ideales más
magnánimos con los que encumbrar una vida épica y llena de heroísmo.
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