Salta de escenario. No te quedes pasmado
viendo las mismas cosas de siempre.
¿Te asombra que cada
vez sea la repetición de lo similar, de lo idéntico? Si no cambias tú, siempre
te vendrán las mismas situaciones, la misma gente, los mismos obstáculos.
Párate y da un salto
hacia atrás. Observa la pantalla de tu vida y corta el fragmento que ya no
vibre contigo, con ese mismo que ya no te identificas, que te hace recordar
aquello que quieres dejar de ser.
Afronta el corte
profundo de una etapa importante de tu vida. Ya nunca nada volverá a ser como
antes. Ahora, todo se volverá más ligero y compacto. Flotas en el viento de
nuevas sensaciones donde te envuelve un aire fresco que refresca tu vida de
experiencias que te harán crecer conscientemente y de las que tu ser
participará plenamente.
Atrévete a plantarte
cara a ti mismo y a decir basta. Analízate y haz todos los cortes necesarios
para que el verdadero protagonista de la película, seas realmente tú: el fiel
reflejo de tu espíritu.