Recuerdo imborrable el de tus líneas, en realidad, no sé que ocurrió.
En ese momento, la conexión que había entre nosotros, hacía brotar una nueva energía en el universo.
La tuya llegó a su cúlmen, a los procesos entrópicos que la hacían fluir en tu cuerpo. Esta, se desvaneció y te dejo inerte, sin aliento, con las pestañas entrelazadas de liquido amniótico regresivo.
Similar circunstancia hizo bloquear mi energía, haciéndome transformarla en simple adicción añorante de lo que existió dentro de mí.
Lo intento quitar de mi cabeza, pero tu imagen aparece una y otra vez.
Yo sé que ya no existes, pero noto aquella energía que me embriagó.
En estas líneas me hayo, mordiéndome la sien cada noche, para conseguir olvidarte.
Una noche más, un recuerdo más y una toxina más, la cual, no eliminaré nunca por los poros de mi piel.
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