domingo, 26 de octubre de 2014

Río íntimo


 Más allá del río, se sumerge la tranquilidad de lo hondo. El navegar calmo del agua que se mantiene  imperturbable ante las corrientes que presionan desde la superficie.
Su fortaleza estriba en ser fiel consigo mismo, en no permitir el acceso del otro en sí mismo.   Se mantiene receptivo pero sin mezclarse, solo se apropia de los elementos que lo sirven para el alimento de su ser en quietud.
La plenitud adviene con el sosiego, concentración, serenidad, atención, ecuanimidad y  desapego ante lo superfluo de las imposiciones culturales vigentes que nos someten.

Lo profundo del río, va más allá de su propio arquetipo. No admite miradas ajenas en su interior.
Hace lo que tiene que hacer, está donde tiene que estar, dice lo que tiene que decir y suelta lo que tiene que soltar.

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