Soltar
lo que ya no te hace falta, deshacerte de lo que ya no vibra en tu
interior. Si ya no resuena, fuera. Ya no
te sirve. Esta disuelto en tu momento actual.
Observa
dónde estás, fíjate bien por donde te mueves y cuál es tu alrededor. ¿Te gusta?
Sigue. ¿No te gusta? Cámbialo. No pierdas tiempo, quizás mañana ya sea
demasiado tarde.
Medita
bien tu decisión, escucha a tu corazón y obra en consonancia, en concordancia
con sus latidos, uno a uno te van guiando en tu camino.
Busca
la coherencia en tus pensamientos y actos, así serás un todo indivisible,
integrado y completo en el que la exposición ante la mirada ajena, ya no tiene
importancia para ti. Solo mira tú interior y busca lo mejor de ti, así
encontrarás tu calma y tranquilidad de ánimo para entregarte sin condiciones a
la humanidad en su totalidad.
Ese
es tu propósito, ser parte integral del todo humano al que perteneces.
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