La
falta de actividad de éste, acrecienta el turbulento dinamismo del corazón.
Palpita fuertemente, como si algo estuviera a punto de estallar en el interior.
Palpita fuertemente, como si algo estuviera a punto de estallar en el interior.
La
tensión aumenta, fluye en avalanchas la angustia del fervor impaciente de la
decisión.
Como
el vaivén de las aguas, los pensamientos se balancean sin determinar un punto
fijo. Vuelve a oscurecer, a nublarse la claridad, la luz titubea cual penumbra
lúgubre.Los ojos se irritan, la retina destella confusión. Las imágenes están borrosas, el cristalino desenfoca y pierde la nitidez de los momentos.
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