viernes, 17 de febrero de 2012

Lee este sonido.

Inspiración divina que no llega, lo místico de tu mirada deviene depurada del iris de tus párpados.
Tu guía ascética se desmorona una vez más, para dar paso a la necesidad material de tus besos. Éstos comienzan a quedarse en el recuerdo más profundo de mi memoria.
Te juro que si intento rememorar las señales que improvisábamos, no me sale nada más que la mecanización automatizada de las notas de la vieja canción que conocí una vez.
El disco se empieza a rayar, a resquebrajarse por la mitad...cada minuto se oye más bajo, estás a punto de desaparecer.
Toda la conexión que tuvimos se queda en una simple carátula, que se está quedando oxidada en nuestra estantería, cuyas esquinas afloran la desgana y dejadez de dos espíritus libres que ya no necesitan el uno del otro.
Hoy en mi tocadiscos está sonando esa vieja canción, y es que siempre, es la misma canción.

viernes, 10 de febrero de 2012

Nuestro viaje está en tus manos.

Comienzo deconstruyendo la apariencia sentimental que asolaba mis sentidos, pero aún, queda un largo camino por asimilar cada sensación que tuve cuando estabas a mi lado.
Fueron muchas circunstancias, las que inevitablemente me llevaron a decirte un sí absoluto y sin condiciones...
Cuando cierro los ojos, se abren los tuyos...He visto un cambio en tí, es como si nunca hubieras tenido alas, quieres volar, estar fuera de este mundo, alejarte de todo cuanto te rodea, refugiandote en personas que jamás te podrán comprender, que nunca sabrán lo que estás pensando en cada momento, la invariabilidad de la cognición que cortocircuita la electricidad de las señales que nos unen, comienzan a tambalearse.
Cada vez, te veo como algo más inalcanzable, una estrella que brilla para mí, pero a cientos de kilómetros, que no la siento del todo mía, sino que necesita mucha más energía de la que mi cuerpo es capaz de desprender.
Estamos en un momento del viaje en el que tienes que elegir, o la tierra o yo.