domingo, 17 de agosto de 2014

Misión: Amor.


Proyecciones que nos ponen a prueba una y otra vez. Debemos estar listos para cualquier momento en el que se nos evalué nuestro crecimiento.
Debemos entrenarnos a cada instante, somos portadores de la luz y debemos alumbrar allá donde este oscuro.

Debemos aguantar los improperios, rechazos, ofensas, ataques de aquellos que todavía están inmersos en las creencias de la mátrix. No pasa nada. Están todavía manejados en alto grado por la oscuridad y no llegan a atisbar la luz que tienen dentro. Para eso están los que nos hemos dado cuenta de la carga lumínica que llevamos todos dentro.

Nuestro deber es ofrecer nuevos puntos de vista, conocimientos y cosmovisiones de la realidad que nos abran a una visión holística y totalizadora del universo, para lograr el mejor entendimiento entre los seres humanos.

Este cambio es colectivo, pero pasa inexorablemente, por revoluciones individuales, donde todo nuestro interior sea removido en el encuentro con el amor hacia uno mismo y por extensión, hacia los otros.

Hay momentos en  los que despertar a otros parece una batalla pérdida, dada su absoluta hipnosis ante la holografía existente, pero nuestra llama interior brilla más que nunca, dándonos fuerzas para seguir hacia adelante con nuestra labor de “destructores de sistemas”.

Todos aquellos, que nos hemos dado cuenta de la verdadera realidad,  debemos tener la misión de iluminar y extender esa iluminación a todos los seres humanos, cueste lo que cueste. Es para lo que hemos venido aquí, a este programa tierra, para armonizar e inundar la vibración del planeta, en amor puro e incondicional.