viernes, 24 de enero de 2014

Transformación lúcida.


Carne barata caminando entre sí, sin atender a aquellas características que les hacen decirse sobre sí mismos.
Al igual que sombras de humo, se esfuman del sufrimiento y el dolor.
Siempre  padecen  la necesidad de obtener placer inmediato, si algo requiere unos segundos más de su simple existencia, lo desechan hasta el fin de esta.
Pereza, languidez, simpleza, facilidad, cortoplacismo, vaguería, laxitud, holgazanería, imitación, pasividad, pasotismo, hastío, aburrimiento, vaciedad, desgana, desinterés.
Estas son las características más definitorias del individuo medio perteneciente a la masa atomizada del siglo XXI.
¿Cuándo haremos algo digo de nuestra naturaleza?
Aniquiladas todas nuestras virtudes, nos queda la nada, o lo que es lo mismo, la búsqueda desesperada del vacuo placer externo.
Nos queda atender a nuestros estímulos prefabricados para animalizarnos en seres de la esclavitud laboral y  del “folleteo anti-erótico” con los que comernos las migajas del putrefacto nutriente de la frustración constante y crónica que padecemos.
Hemos de decir basta y recuperar las virtudes que constituyen lo humano.
Honestidad, Justicia, fortaleza, magnanimidad, templanza, convivencialidad, prudencia, modestia, sublimidad, belleza, bondad y la más importante: VERDAD.
Unamos nuestras energías para establecer una ruptura con la cosmovisión y estructura del sistema actual y convirtámonos en un ser integral cuya existencia sea conforme a la naturaleza, a la cual, nosotros pertenecemos.
Retornémonos a ella y agradezcamos que nos dé esta maravillosa experiencia de estar vivos y de existir.
Somos luz, brillemos.

 

domingo, 19 de enero de 2014

Unidad.


Entrar en conexión adentro de ti mismo. Sentir como se ilumina tu habitación
Tu cuerpo vibra y se relaja. Cierra los ojos y viaja.
Salte de esta dimensión, se te ha quedado pequeña, demasiado hermética.
Tú exiges ir más allá, traspasar los límites, rozar con tus manos la materia sutil,
experimentar el halo de energía divina que entra por tu corazón y que se extiende al resto de tu cuerpo.
La profundidad de las emociones inunda tu estanque mental, llenándolo de un fluir vaciado en el que te transportas a la inmensidad de tu espíritu.

Eres energía, eres luz.

jueves, 16 de enero de 2014

La juventud perdida.

Nuestra generación se encuentra en el limbo material y espiritual, ya que no poseemos ni lo uno ni lo otro.

Toda nuestra vida hemos sido educados para el materialismo más atroz, omitiendo todo atisbo de espiritualidad en nuestras conciencias.

Esto es algo aberrante, pero al menos nos inducían a una forma de pensar y actuar, que aunque fuera bajo los cauces de la obstinación en el materialismo absoluto, éste nos procuraba, al menos una parte de nuestra constitución humana, como es la satisfacción de nuestras necesidades corporales y biológicas.


Éramos simples consumidores-animales de zoológico con el estomago bien lleno.

Vale, pues en estos últimos años y en los próximos, ya ni si quiera seremos esos animales, y ni mucho menos seres espirituales, simplemente seremos (ya somos) seres nada. Estamos en punto muerto.

No sabemos por donde tirar, y esto se da en todas las generaciones y segmentos poblacionales de la sociedad, pero en el caso de los jóvenes, es algo flagrante.

El sector de juventud, si algo está claro, es que en términos generales ha tomado conciencia de que no tiene ninguna posibilidad de medrar realizadamente  en el actual sistema socio-económico, pero, a mi juicio, se ha dividido en dos polos opuestos (ninguno de los dos válidos para la ruptura con el sistema):

En el mejor de los casos, la juventud sigue repitiendo (mayormente en facebook y demás redes sociales) los mantras progre-alternativos pro sistema prefabricados de consumo ideológico creados por la elite, y en el peor de los casos, ni siquiera es que se cuestionen ni su situación, ni la de la sociedad en  su conjunto.

Estamos ante una juventud adolecida,  embrutecida, adormecida,  envilecida, nadificada, estancada en un pseudo-activismo reformista, intelectualmente incapaz de ser creativa ni de establecer una estrategia revolucionaria que actúe como línea de fuga del sistema.

Está enquistada en los paradigmas político-económicos-sociales decimonónicos que están ya más que obsoletos ( ¿y con estas armas ideológicas se pretende luchar el neofascismo-esclavismo totalitario del siglo XXI?),  los cuales, suponen  un simple reformismo  prefabricado de alimentación de estomago y de esclavismo productivista asalariado.

Hay que felicitar a los ideólogos  de las estructuras e instituciones del  sistema estato-capitalista y a su labor sistemática en ingeniería social de masas ( a través del adoctrinamiento ideológico de carácter cienctificista considerada como religión dogmática “experta”,  y el apedreamiento mental en el inconsciente de la publicidad e industria cultural), convirtiéndonos en eso mismo, en masas con una mente de meta- colmena teledirigida  hacia un pensamiento único y adoctrinado en el consumo, productivismo, economicismo, individualismo brutalizado, en un nihilismo terrorífico y en una búsqueda sistemática del  hedonismo epicúreo más  liviano y banalizado proporcionado por el propio sistema.

Mi más sincera enhorabuena para ellos, lo han conseguido, nos han arrebatado nuestro espíritu y energía vital, han exterminado la humanidad y nos han convertido en seres nadificados-animalizados   incapaces de autogestionarse a sí mismos sin delegacionismos y sin el mayor ápice de autorresponsabilidad por la cualidad humana y su virtud.
 
 

domingo, 12 de enero de 2014

Momentos mágicos.

Esta noche las cosas cambian y para mucho mejor, la vida es un juego y hay que tomársela con humor.

Estate feliz y contento con lo que tienes, y a partir de este instante, pensarás en el aquí y ahora, en  disfrutar de este momento, que jamás se volverá a repetir.
Los momentos son únicos, crea el que mejor te parezca, sé alegre y conténtate en el juego mágico de tu vida.

Costumbrismo nocturno.

Esperando a la épica,
Mística.


No te atragantes con la ética,
Mastica.

La experiencia nadificada del hombre,
¡Hecatombe!

Se vuelve aciaga la vacía costumbre,
Pobredumbre.

Asola la noche, a medias, la lumbre.

Acuosa espera.

¿Cuál es el camino que trascendemos?,  ¿Cómo sabemos qué momento es el adecuado?, ¿Qué dirección tomar?

La falta de conocimiento y mi necesidad de ansiarlo, me hace estremecer a cada instante.
Como un simple pececillo falto de experiencia que se hunde cada vez más, cuanto más intenta salir, que le lleva la corriente a lo más profundo del mar, hacia la oscura inmensidad de las aguas faltas de oxígeno.
Solo queda ir a contracorriente mirando hacia arriba y esperar que algún día cambie la dirección a favor.
Cultivando la espera y la paciencia como método de apaciguamiento  en el cambio de marea que se avecina.
Simplemente, abrir las branquias y dejar que penetre los rayos acuosos del sol.                                  
Pronto el vacío se llenara de esplendor y sabio resplandor.

Bucle inherente.

¿Por qué este miedo irracional? Otra vez de nuevo advienen los temores del pasado.

Comienzo a cuestionarme  que mi verdadera evolución  no es tal, que el paso del tiempo no ha hecho mella en las cavidades profundas  donde se alberga mi verdadera naturaleza.

Siempre el miedo como bandera, como primera opción respecto al mundo que me rodea.
Falsas creencias de una realidad endiablada, de ruidos calladores de silencios y de opresiones externas.

Hoy me decepciono a mí mismo, no he superado el temor a la vida, el miedo al enfrentarme solo ante el infinito.
Aún sigo buscando el poder que me llene de energía para afrontar mi turbada imaginación.

¿Dónde está el sosiego y madurez que supuse que tendría?

Queda una asignatura pendiente, sí, la misma de siempre, con la que empecé esta carrera a fondo que es el vivir, y que, aún veo lejos la marchitada meta.

Es momento de focalizar y seguir hacia adelante.