domingo, 26 de octubre de 2014

Acéptate y encuéntrate.


Los improvistos acontecen cuando menos te lo esperas. Los designios se esparcen en el albor del universo, sin dejarse conocer, solo sintiendo sus efectos en nosotros.

¿Dónde empieza nuestra verdadera realidad?

Aquí en la materia simplemente llega la imitación, la copia de lo iniciado en los mundos sutiles.
¿Quién maneja el mundo sutil? ¿Creamos nuestra realidad con nuestros pensamientos o son otros seres que crean su realidad propia en la que estamos inmersos, y por lo tanto, no es nuestra, sino suya? ¿Acaso pertenecemos  a un ser que nos piensa, que nos imagina y que nos convierte en un mero reflejo fractal de una posibilidad, entre infinitas, de su propia conciencia-esencia?
Nuestro mandato es observar, comprender y aceptar  la lógica del mundo divino y vencer sus designios en el mundo denso de la materia.
Aquí todo es distorsionado, falseado e ilusorio. Por eso debemos estar lo más conscientes posible, para encontrar  el verdadero diamante oculto en el barro que envuelve nuestra atmosfera.

¡Deténte y deja de buscar!

¡Acepta lo que eres y encontrarás!

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