lunes, 15 de diciembre de 2014

Máxima Victoria.


No ceder a las perturbaciones y presiones del otro. Crear una burbuja donde resistir a sus fluctuaciones emocionales.

Sigue los instintos más íntimos de tu corazón y persíguelos sin que intermedie la mente; que no le dé tiempo a reflexionar, a pararse a pensar si es correcto o incorrecto, bueno o malo, real o ilusorio.

Que no frenen tu progreso, tu dirección, tu camino hacia lo alto.

No dejes que te empujen otra vez hacia las aguas turbias de la emocionalidad incontrolada del movimiento pendular de un autodesconocimiento, que hace que te pierdas en esta inmensidad llamada vida.

Mantente firme, ajeno a las opiniones y estados de ánimo de los demás. Se imperturbable y ten una voluntad de hierro para que nada ni nadie te afecte.

Se dueño de ti mismo. Esa es una máxima. La máxima dicha, la máxima gloria: “Vencerse a uno mismo.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario