martes, 11 de noviembre de 2014

Diversidad única


Golpe directo al lugar más vulnerable, a donde el orgullo se ancla con raíces gruesas, incrustadas en la hondura de la piel.
Bajarse del pedestal y reconocer que la exclusividad es pura ilusión ególatra.

Nadie es mejor que nadie.
Simplemente cada uno exterioriza su talento como mejor puede, no admite comparación con el talento de la otra persona, dado que él, en su subjetividad, proyecta un mundo totalmente diferente a la subjetividad del otro.

Cada uno tiene un significado subjetivo y específico de las cosas, su visión, circunstancias, historia y su propia mirada propia del mundo.
En eso consiste nuestra existencia, en que cada uno de nosotros descubramos con nuestra propia peculiaridad y singularidad – todos somos únicos -  la realidad que percibimos, alimentando así, la riqueza y diversidad creativa del mundo en el que vivimos.

Debemos aceptarnos y evitar agravios comparativos entre nosotros, cada uno es un universo en sí mismo, y cada uno aporta algo diferente, único y auténtico a nuestra naturaleza esencial.

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