miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ser parte.

Soltar lo que ya no te hace falta, deshacerte de lo que ya no vibra en tu interior.  Si ya no resuena, fuera. Ya no te sirve. Esta disuelto en tu momento actual.
Observa dónde estás, fíjate bien por donde te mueves y cuál es tu alrededor. ¿Te gusta? Sigue. ¿No te gusta? Cámbialo. No pierdas tiempo, quizás mañana ya sea demasiado tarde.
Medita bien tu decisión, escucha a tu corazón y obra en consonancia, en concordancia con sus latidos, uno a uno te van guiando en tu camino.
Busca la coherencia en tus pensamientos y actos, así serás un todo indivisible, integrado y completo en el que la exposición ante la mirada ajena, ya no tiene importancia para ti. Solo mira tú interior y busca lo mejor de ti, así encontrarás tu calma y tranquilidad de ánimo para entregarte sin condiciones a la humanidad en su totalidad.
Ese es tu propósito, ser parte integral del todo humano al que perteneces.

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